El diseño en piedra de Brasitian Gold es, sin duda, un festín visual. Su color base es tan puro como la nieve fresca, mientras que esas exquisitas vetas doradas son como regalos de la naturaleza, delicadas como hilos de oro, estirándose y fluyendo libremente a través de este blanco expansivo. Cada línea dorada lleva el trazo de un artista, fluido y rítmico, como un poema visual, con líneas que saltan e intercalan en la base, tejiendo patrones lujosos y elegantes.