Pole White, tan puro e inmaculado como la nieve polar, aporta una belleza fría y elegante con su tono blanco puro y texturas minimalistas. El color base blanco glaciar emana una atmósfera serena y prístina. Las sutiles vetas grises, que recuerdan a un campo de nieve después de una tormenta polar, se despliegan suavemente sobre la superficie de la piedra, dotando a cada pieza de un toque único de arte natural.